Entrevistas & Presentaciones

Cocino yo
Revista Foodie  - Junio 2014



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Un refugio donde respirar arte

Corriendo La Voz 9/10/2013 



En Montevideo existe un lugar con paredes hechas de libros, con instrumentos musicales en vez de mesas ratonas, con alfombras de colores para sentarse en el piso, con cortinas de teatro y con aroma a galletitas recién horneadas, allí conocí a Natacha Ortega.

Por Bethania Pereira (Uruguay)



Nació en Mendoza y hoy vive en Uruguay, es compositora, comunicadora, escritora y directora del Centro Cultural Gato Peludo, labor por la cual obtiene el premio latinoamericano de literatura infantil y juvenil “La Hormiguita Viajera”.



En 2011 publica su primer libro “Terremoto” y un año después su cuento “El rey de los hongos”, forma arte de la antología “Cuentos Rarófilos”.


Mediante la palabra y la ternura que inspira este increíble lugar los invito a volver a ver la vida con ojos de niño y así poder conocerla.





¿Cómo llegaste a Montevideo?

Hace casi nueve años decidí embarcarme hacia Uruguay. Estaba en mis planes desde temprana edad la idea de viajar y cuando conocí Montevideo sentí un sin fin de resonancias, pude imaginarme siendo parte, sembrando cerca del mar. Hay cosas que son cotidianas que me siguen atrayendo, la música, el mar, la nostalgia, el aroma dulzón de la lluvia.

¿Qué es exactamente Gato Peludo?

Gato Peludo es un colectivo de artistas que decidimos agruparnos para cantar y hacer música, tomando el universo de la infancia como territorio primario y laberíntico en el que paradójicamente es necesario perderse para poderse encontrar.

Volver a los lugares de sabiduría que traemos desde la infancia, entendiéndolos como un núcleo fortalecedor y a partir de ahí transitar la vida.

En el corazón del barrio de la Blanqueada echamos raíces para que creciera nuestro centro cultural. Allí decidimos agrupar libros en una biblioteca y compartirlos como nuestra particular forma de construir y expandir el territorio fantástico.

¿Cómo se fundó?

Comenzamos como una banda de música, la idea fue cruzar varias disciplinas y amalgamarlas en un discurso en donde la poesía fuera nuestro principal motor. Luego pasito a paso, llegó el centro cultural, la biblioteca, los talleres.

¿Por qué elegiste trabajar con niños?

No sé si lo elegí, a veces pienso que uno emprende el vuelo y las cosas se te van cruzando en el camino. De alguna manera estoy relacionada con los niños por mi familia, mis padres son poetas y titiriteros. Nací un 24 de febrero y a los nueve días de vida ya estaba en un teatro viendo sus espectáculos. Mi primera infancia estuvo llena de viajes, conocí muchos teatros, muchas ciudades, me cambiaban adentro de sus valijas.

He mamado todo su hacer, es una herencia preciosa la que he recibido.

¿Cómo surge el disco y qué significó ganar un Grafiti?

El disco de Gato surgió como una excusa para abrir la puerta y salir a jugar. Disfrutamos mucho haciéndolo. Elegimos el camino largo, independiente, todo a pulmón. Estamos felices con los resultados, son el espejo de un camino con corazón y compromiso.

Ganar el Graffiti fue un bonito reconocimiento, ayudó a la difusión del proyecto, mucha gente se acercó a partir de las entrevistas que nos hicieron, tuvo un efecto multiplicador.

¿Qué fue lo más sorprendente que te preguntó o contó algún niño?
Los pequeños y las pequeñas dicen miles de cosas geniales por segundo. Tienen el humor absurdo totalmente incorporado, es muy divertido compartir la vida con ellos. Joaquín de 9 años me dijo que cuando tenga una hija la va a llamar “Si bemol”.

Manuel de 10 años me comentó que le tiene mucho miedo a los botones rojos, yo le pregunté por qué y me dijo que en las películas cada vez que aprietan un botón rojo siempre pasa algo malo.

Cuando hicimos la intervención de “niño astronauta” en el planetario de Montevideo, Joaquín de 4 años no quería ir porque era “muy peligroso ir a la luna siendo tan chiquito”

Todo el tiempo llevo una libretita en el bolsillo para anotar lo que me cuentan, aprendo todo el tiempo.


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Nota para el Canal M - Montevideo COMM


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Natacha Ortega y Sebastián Rivero, integrantes del colectivo Gato Peludo.

Natacha Ortega y Sebastián Rivero, integrantes del colectivo Gato Peludo. Foto: Javier Calvelo

La creatividad no mató al gato

La Diaria. Cultura. 9.9.11


El colectivo Gato Peludo y su visión del arte dirigido a niños.


¿Músicos, performancistas, poetas? ¿Docencia o entretenimiento? ¿Para niños o para todo público? “Gato Peludo es como un caleidoscopio, nunca tiene la misma forma”, define (o no) Natacha Ortega, que junto a Sebastián Rivero creó el colectivo en 2005. Ganaron el Premio Graffiti 2011 al Mejor Disco de Música para Niños con su trabajo homónimo (en realidad un disco-libro-objeto, que va por su segunda edición) pero hace un tiempo vienen desarrollando un entramado de disciplinas artísticas regado con mucha poesía, con resonancias de Lewis Carroll, Saint-Exupéry, Cortázar, Pizarnik, Canciones Para No Dormir La Siesta y Eduardo Mateo.



La estética del centro cultural Gato Peludo, ubicado en La Blanqueada, está muy cuidada, y ésa parece ser la tónica de todo lo que hace el grupo. “Tratamos de mantener un lenguaje poético, incluso en nuestras intervenciones en Facebook o en la web [www.gatopeludo.com]. Queremos que el estilo tenga que ver con lo que hacemos”, comenta Natacha.


En las paredes no hay nubecitas ni animales sonrientes, sino libros, muchos libros, e instrumentos musicales. Allí funciona una biblioteca fija, además de la biblioteca ambulante, que sacan a pasear por el barrio los fines de semana. Además, se dictan talleres de fotografía, poesía, expresión corporal, música y percusión, se proyectan animaciones -en los ciclos “Cineminiatura”- y se realizan presentaciones y obras de teatro, actividades que reúnen, en varios grupos, a más de 70 niños por semana, de varias zonas de la ciudad y alrededores.


Siete vidas

Gato Peludo realiza cada año intervenciones urbanas de participación libre en lugares específicos de la ciudad, en las que los niños crean sus propios disfraces con materiales reciclados. En 2009 fue “los niños-caja” en la explanada de la intendencia, en 2010 "los fantasmas" en el Parque Rodó -a la que asistieron unas 350 personas de edades varias-, y para fines de noviembre está planificada una actividad similar con disfraces de astronauta, en la explanada del Planetario.

Dos de los proyectos futuros más ambiciosos son la creación de una editorial de libros propios y un taller de cine para niños de 8 a 12 años a partir de setiembre, que incluirá guión, montaje, producción y filmación. “Andamos con ganas de hacer las cosas que nos gustaría haber hecho de niños”, comenta Sebastián. Ideas hay, muchas, como para siete vidas.

-¿Cómo surge Gato Peludo y cómo llegan al local? Se dice que antes era una verdulería…

Natacha: -Empezamos nosotros dos con Nacho Guisande, que ahora está más en la parte de música. Sebastián y yo estamos con las ideas globales en la cabeza y llevamos la directiva. Empezamos como una banda de música y después se fue sumando gente por afinidad. Se unió Juan Carlos Ferreira, que es como el alma pater de lo musical y fue el productor del disco.

Sebastián: -Fue él quien hizo el diseño sonoro del disco, la arquitectura de las canciones.

N: -El local era una verdulería, y antes un depósito de sangre, o algo así. Llegamos y estaba destruido, tuvimos que diseñar, reconstruir, pintar todo. El barrio nos miraba como de reojo y no entendían mucho qué pasaba, pero de a poco los vecinos se empezaron a copar con todo lo que hacemos. Había muchas ideas en la cabeza, rondando, como la biblioteca y el cine… Una de las primeras cosas que construimos es esa pared blanca, y dijimos “esto va a ser un cine”. Tardó como cuatro años, conseguíamos el proyector prestado de una agencia y lo devolvíamos. Después ahorramos tres años y lo compramos.

-¿Actualmente tienen otros trabajos además de Gato Peludo?


S: -Es una tarea que consume mucho tiempo. Antes trabajamos en docencia, dando clases de música en escuelas y liceos, pero no es lo mismo que la libertad que nos da tener nuestro propio espacio. Tampoco es lo mismo económicamente. En una institución tenés BPS, sueldo fijo… Yo trabajé también dirigiendo murga [La Quimera y Curtidores de Hongos, con la que ganó la mención a mejor director en 2010] y colaboro musicalmente con algunos artistas como Rafa Antognazza y Tabaré Rivero, que grabó un tema mío en su último disco [El zoológico de mi cabeza] y toco el bandoneón con algunos grupos.

N: -Yo colaboro pero escribiendo en algunos proyectos que tienen que ver con lo literario. Prácticamente vivimos del arte, haciendo varias cosas.

-¿Cómo ven el panorama de la oferta cultural para niños? Parece estar totalmente mercantilizada y concentrada en dos o tres épocas del año: vacaciones, el Día del Niño…


N: -Sí, es increíble. Cuando ganamos el Premio Graffiti yo estaba en Mendoza; me llama una radio de acá para hacer una entrevista y lo primero que me preguntaron es cómo no estábamos trabajando. Y no, ¡yo estaba de vacaciones!

S: -Es impresionante esa parte del mercado. Hay mil propuestas a la misma hora, a una cuadra de distancia. Decidimos achicar un poquito ese plan.

N: -Los bombardean mucho y les llenan la cabeza de información que después les cuesta digerir. Los niños después de vacaciones vuelven sobregirados a los talleres, y tenemos que bajarles las revoluciones, calmarlos. Nosotros hacemos muchas actividades gratuitas, como los “Mantelazos”, que son picnics gigantes donde cada uno lleva su mantel, o las intervenciones con niños. Una vez habíamos comprado un montón de cometas que pusimos en el pasto para que los niños jugaran. Vino un padre con la billetera y me preguntó “¿cuánto cuesta la cometa?”.

-Ya que hablábamos del peso de lo institucional ¿se plantean el tema de qué valores, qué discurso transmiten a la hora de trabajar con niños?


N: -Todo el tiempo. Nosotros apostamos a la libertad total, a que el niño exprese su creatividad y lo que tiene adentro, y queremos generar hábitos de lectura, de intercambio, enseñar a cuidar los libros, y enseñar que todo el mundo se puede acercar al arte, a la poesía, y trabajar en eso. También queremos generar un espacio para que los padres compartan un rato con los niños. Ese tema nos lo planteamos constantemente. Y tratamos de no cambiar el idioma a la hora de hablar con los niños. Hace poco trabajamos musicalizando poesías de una uruguaya que se llama Elena Pesce [1925 - 2011], que tiene un vocabulario genial, con palabras como “saeta” o “plegable” que los niños no conocían, y aprendieron qué significaban. Generalmente cuando se trabaja con niños se usa un lenguaje que los subestima, del estilo “la hormiguita, el cosito”.


Instrucciones para leer


Gato Peludo trabaja con libros donados por editoriales y particulares, pero la mayoría son adquisiciones propias. “A veces llegan libros que no son para niños, o que están en mal estado. Tratamos de que nuestros libros sean lo mejor”, comenta Sebastián.
-Gato Peludo es para los niños un lugar de producción literaria y musical. En la enseñanza formal, en cambio, el foco está en otro lado, se enseña un canon literario ya establecido, y de música propiamente dicha es poco lo que se aprende.

N: -Sí, hay una falencia a nivel docente complicada. La mayoría no lee. Nosotros tenemos visitas de escuelas, y lo que los niños pedían era Voces Anónimas [la serie de libros derivada del programa de Teledoce].

S: -Que haya cuatro libros vaya y pase, pero ¡los presentan en las escuelas! Está bueno mostrarles literatura que no esté retroalimentada de la televisión.

N: -O por lo menos equilibrar la balanza. Si les das Voces Anónimas, dales Edgar Allan Poe, Elsa Borneman, si hablamos de cuentos de terror. Ahora estoy copada con Momo, de Michael Ende, y es una locura. Si una vez por semana les leés ese tipo de cosas además de Mi mundial [de Daniel Baldi] no sé, hacemos la revolución. Esos nenes en diez años votan, no estamos hablando de algo lejano y abstracto sobre el futuro. Hace poco, en una presentación de Magdalena Helguera, un niño de siete años levantó la mano y preguntó “¿qué es poesía?”. No podíamos creer que nadie se hubiese tomado jamás el trabajo de explicarle.


Federico de los Santos

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DE VIAJE CON UN GATO PELUDO


Gato Peludo fue el ganador del Graffiti al mejor álbum de música infantil. Pero la creatividad de este colectivo de artistas no se queda ahí: hace más de tres años abrieron un espacio para niños donde se dan clases de música, fotografía, expresión corporal, talleres de expresión e imaginación     constructiva para docentes y padres y se pueden ver cortos animados y viajar con la Biblioteca Ambulante. 





Entrega del Premio Graffiti a Mejor disco de música para niños 2011. Foto Santiago Mazzarovich

El espacio se formó cuando varios artistas de distintas disciplinas decidieron enfocar su arte hacia los niños. Natacha Ortega, una de las coordinadoras de Gato Peludo, contó a 180 que la intención fue hacerlo desde la no subestimación y un lenguaje más poético. Dice que se mueven pensando en la teoría de la afinidad: “las partículas afines en el universo, tarde o temprano, se juntan”.


Ella tiene 30 años y vino de Mendoza hace siete. Junto a Sebastián Rivero, de 31, conforman el núcleo de este lugar donde trabajan actores de teatro, artistas plásticos, fotógrafos, diseñadores industriales, diseñadores gráficos y músicos. “Es un lugar chiquitito que encontramos hace poco más de tres años y empezamos a reciclarlo, porque era un depósito, antes había sido una verdulería, entonces dijimos ‘vamos a ponerle mucho amor a la cosa’ y nos convertimos en constructores, decoradores, diseñadores” cuenta.


En el disco participaron más de 15 artistas –entre ellos, Mandrake Wolf–y estuvieron un año y medio grabándolo en su propio estudio, Gato Peludo Records. Cuenta que demoraron porque se dieron ciertos lujos “que en realidad no son lujos, es como se deben hacer las cosas”, entonces, una vez que compusieron las canciones, esperaron a que leudaran un tiempo, buscaron a la persona ideal para que la cantara y cuidaron todos los detalles. El librito del disco tiene una gran dedicación “tomamos decisiones estéticas que por ahí encarecieron un poquito –como usar tinta plateada–, pero nos pareció que tenía que ser así. Buscamos que no te dieran ganas de copiar el disco, sino que fuera un objeto que amaras y que quisieras atesorar”.


En Gato Peludo funcionan talleres para niños desde un año y medio –talleres de expresión musical que toman con sus padres–, talleres para adolescentes y, desde el año pasado, funcionan talleres para adultos porque “había veces que los grandes se acercaban y decían ‘¿necesitamos traer a un niño?’”. Así que abrieron un curso de fotografía, a cargo de Federico Ruiz, y también talleres para docentes y padres, de expresión e imaginación constructiva. “La idea es promover las sensibilidades fantásticas que cada uno tiene, desde todas las ramas del arte. Si bien el tronco es la música, tratamos de promover la lectura, la expresión corporal, la plástica; un abanico extenso para que después cada uno agarre lo que le viene bien y lo que le sirve para sacar eso que tiene adentro”.


Una de las particularidades del taller es su Biblioteca Ambulante. “El lema es que si el niño no viene a la biblioteca, que la biblioteca vaya hacia el niño”, explica Natacha. Cuando las condiciones climáticas lo permiten, los integrantes de Gato Peludo salen con un tren de colores, a rueditas –hecho por Sharon, una diseñadora industrial– que tiene vagones en donde se colocan los libros. Eligen un lugar público para instalarse ese día y los niños pueden acercarse a leer. “La idea es promover la lectura y que los niños puedan abrir la cabeza e imaginar otras realidades, otros mundos que están ahí, al alcance de la mano”. Para lograr esto, los organizadores encargan libros a la gente que se va de viaje, de forma que en su biblioteca haya obras que no se consiguen en cualquier lado. También tienen un sistema fijo de biblioteca para niños, una de las pocas que quedan en el país, y la cuota anual sale $200.


Cineminiatura es otra de las actividades únicas del lugar, y ya va por la quinta edición. Se trata de cine para niños. En una pared de yeso se proyectan animaciones –generalmente cortos animados, ya que para los más chicos es difícil ver una película entera–, que se intenta no sean los que todos ya conocen “proyectamos cortos animados con varias técnicas (stop motion, plastilina y demás), y tratamos de que no sean de distribución masiva; la idea es ayudarte a ver otras cosas”.


Gato Peludo está ubicado en Juan Ramón Gómez y Luis Alberto de Herrera.



Por más información:












El disco no se suele encontrar en puntos de venta masivos: “buscamos lugares específicos en los que nos parecía que lo iban a cuidar”, dice Natacha. Algunos de estos son librerías como La Lupa, El Altillo, Teatro Solís, Kalén Juguetería, y casas de diseño como Siete Milímetros, Tiempo Funky, La Pasionaria y también hacen deliverys.


Ver nota: www.180.com.uy

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Multiplicar peces.

Los espirales de la cabeza, amigos y hermanos pájaros, galeras de percal que abrigan las orejas cuando hace frío, cines pequeñitos para compartir con seres del mundo de abajo, el camino largo, una barcaza de madera con alas y rueditas, aroma de bibliotecas, resmas de papel amarillento, multiplicar panes, peces con alas, la palabra como templo, los papeles en su morada de cristal, el entusiasmo, los diccionarios, dibujos en las baldosas, las fotos de la billetera, los gatos negros que ronronean a la luna, la luna de Valencia, los juegos, los trabalenguas, los pequeños sabios, las orejas verdes, la maravilla, el cuenco de la imaginación, aprender a amasar el sueño, ensayar mil veces el amanecer, intentar el vuelo, inventar pizarrones, agradecer, agradecer, agradecer.


Alegría para compartir, plim!


Aclaración: En las fotos están los Gatos que asistieron en representación de todos los musicantes que participaron en el disco, a saber: Juan Carlos Ferreira, Fermín Ahlers, Camilo Ahlers, Rodrigo Calzada, Julieta Ferreira, Luciano Ortega, Rafael Antognazza, Alberto "Mandrake" Wolf, Federico Ortega, Ignacio Guisande, Ada Czerwonogora, Pelusa Oliveras.




Foto: El Primo Rafa Fotografía





Foto: Martín Pereira


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ENTREVISTA EN LOS CUENTOS DEL ALTILLO

Hermosa entrevista a Gato Peludo en el programa "Los cuentos del altillo" emitido por Radio Nacional, Mendoza, Argentina. Gracias a Los Juglares, Pelusa Oliveras, Luciano Ortega, la mona Tota, el pececito Pichiruchi, Cristian Cia y todos los personajes maravillosos que viven el el altillo calentito que está en la parte más alta de la radio, plim!






Luciano Ortega, Pelusa Oliveras detrás del teléfono y Natacha Ortega hablando en el idioma de los Gatos.